6 de febrero de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

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Enaltecen en Ciénaga de Zapata la conservación de los humedales

Este ejercicio de gobierno-ciencia y pueblo permite celebrar en Matanzas el Día de los Humedales convencidos de que en aquel territorio en que se luchó por la independencia de la Isla hasta propinarle al imperialismo norteamericano su primera gran derrota en América Latina, la conservación del  medio ambiente es igual de importante.

Dentro de la diversidad de paisajes que conforman la geografía de la provincia cubana de Matanzas sobresalen los humedales, ecosistemas en los que el agua constituye el elemento común. Razón por la que -además de los terrenos pantanosos con los que se asocian-, los lagos, ríos, marismas, salinas y presas que permanecen inundados permanente o temporalmente, también se incluyen en la categoría de humedales.

No obstante, en Matanzas el término humedal se vincula de manera especial con la Ciénaga de Majaguillar, al norte del territorio, y Ciénaga de Zapata al sur, por sus altos valores físico-económicos y medioambientales.

Lo justifican la alta capacidad para evitar las inundaciones y penetraciones del mar tierra adentro, producir oxígeno y capturar dióxido de carbono, filtrar el agua y servir de hábitat a numerosas especies de los reinos animal y vegetal, así como para desarrollar actividades humanas como el turismo de naturaleza y la pesca.

Sin embargo, procesos naturales como el incremento de la temperatura en el planeta, el derretimiento de los casquetes polares y la elevación del nivel medio del mar, junto a algunas acciones que lleva a cabo el hombre dentro de esos ecosistemas acentúan su fragilidad y vulnerabilidad.

Por ejemplo, expertos estiman que para el período 2050-2100 quede sumergida la zona más baja del territorio Ciénaga de Zapata, el lodazal encargado de mantener el clima y ocurrencia de precipitaciones en el centro de la provincia, donde se hallan las fértiles tierras de la llanura Habana-Matanzas.

Para mitigar los efectos de ese fenómeno que, unido al avance de la cuña  salina, incide en la calidad del agua de consumo y de los suelos de cultivo, este humedal se encuentra en el centro de mira de la Tarea Vida, plan del Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático, que ya está próximo a cumplir una década.

Bajo esa sombrilla se llevan a cabo inversiones y acciones educativas para proteger la vida de las personas, plantas y animales, mantener la salud de los manglares, ordenar la zona costera, utilizar racionalmente los recursos naturales y producir alimentos.

El empleo de prácticas sostenibles en los procesos de tala, producción de carbón, caza y pesca -tradicionales en la zona-, además de la introducción de la agroecología que hoy permite cosechar papa en la región, lo demuestran.

Asimismo se han instalado plantas potabilizadoras en localidades como Bermejo, Cayo Ramona y Santo Tomás para evitar que sus habitantes consuman agua salobre, algo que atenta contra la salud humana.

La vigilancia constante a fin de impedir la ocurrencia de incendios forestales y el restablecimiento de los parámetros del Canal de Soplillar, también son logros de la Tarea Vida en este humedal, el primer Sitio Ramsar de Cuba,  donde el ecoturismo que se desarrolla va dirigido a conservar el ecosistema y ofrecer fuentes de empleo a los cenagueros.

Este ejercicio de gobierno-ciencia y pueblo permite celebrar en Matanzas el Día de los Humedales convencidos de que en aquel territorio en que se luchó por la independencia y soberanía de la Isla hasta propinarle al imperialismo norteamericano su primera gran derrota en América Latina, la conservación del medio ambiente es igual de importante.

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