Gilda Milián: la famosa cigüeña que entrega a los niños
En la calle San Juan de Dios todos saludan a una de las personas más famosas de Pueblo Nuevo y de la provincia. Durante casi cuatro décadas de trabajo, Gilda Milián ha recibido a miles de bebés. Lo hace con tanta pasión que los familiares protagonistas de las historias más desgarradoras la recuerdan como ese ángel que los ayudó en un momento de tormento, preocupación y felicidad.
Pero los estudios de Gilda no comenzaron en el sector de la salud. Le otorgaron la carrera de Ingeniería Químico Industrial, aunque pronto comprendió que su verdadera vocación era la enfermería.
“Cuando pedí cambiarme muchos se asombraron. ¿Cómo una muchacha con mi escalafón podía renunciar a la ingeniería? Pero esta profesión me encantaba, sobre todo ayudar a las futuras madres y sus bebés. Comencé a estudiar en la Livia Gouverner y me caracterizaba esa necesidad de hacerlo todo. Para graduarse como enfermera obstetra cada una debía contar con al menos 20 partos. Mi lista la completaban alrededor de 70 nacimientos. Con eso digo todo. Aprendí muy rápido con los profesores García León, Alberto García, Emelina Pérez, Bárbaro Dávila, Jesús Hernández, la seño Migdalia Herrera y otros.
“Supe combinar la exigencia del salón con la dirección de departamentos. Desde inicios de la década del 90 fui jefa de la Unidad Obstétrica y en la actualidad soy la responsable de la Unidad completa, es decir, salón de operaciones, parto y recuperación. A pesar de mis responsabilidades prefiero trabajar directamente con las pacientes, ayudar al resto de las enfermeras del equipo, enseñar a los médicos a dar puntos y acompañarlos para evitar las complicaciones que se puedan presentar a la hora de recibir un infante”.
Un ángel en el salón
“La llegada de un bebé es un proceso hermoso. Las enfermeras nos encargamos de preparar psicológicamente a las madres, de transmitirles tranquilidad y apoyarlas. Es una experiencia maravillosa. A pesar de la alegría que supone ver el fruto de nueve meses de gestación, siempre intentamos mantener la calma, porque como decimos popularmente, un parto es una caja de sorpresas. Pero llega ese momento en el que escuchas un llanto fuerte y sientes que cumpliste tu misión.
“Tras tantos años de labor es cotidiano encontrar historias que emocionan. Sobre todo con aquellas personas que te cuentan que los recibí de bebés y quieren que sea yo quien tome por vez primera a sus hijos. La frase que escucho con mayor frecuencia es ‘Eres muy seria y exigente, pero muy buena y muy humana’. Eso es lo que me llevo cada día cuando entrego en los brazos de los padres, abuelos y tíos a un recién nacido”.
Una voz peculiar en la «Radio de tú Corazón»
“La culpable de esta popularidad, con la que cuento entre los matanceros, es la profe Migdalina Herrera, que me consideró su sucesora. Me enseñó desde cómo cambiar el material en el salón, hasta el estilo para grabar el programa Frecuencia Abierta. Ahora me siento una locutora más. Tengo las mejores relaciones con el realizador de sonido José Oquendo, con Isis Martínez, Dayron Medina, Carlos Benítez, y cuando me encuentro de vacaciones me escriben: “¿Qué pasa que no te escucho? ¡Incorpórate ya!”
Gilda
“Desprecio el maltrato, me gusta la sinceridad y soy exigente. Tengo tres amigas que son como esas hermanas que te acompañan en los buenos y malos momentos: Dignora Romero, Idania García e Irene Olivera. Mis vecinos me adoran, y así como nos saludamos nos invitamos a tomar café, a hablar de la vida y a hacernos compañía.
“¿Algo que reprocharle a la vida? No haber tenido a mi madre, a pesar de que mi abuela me regaló todo el amor del mundo”.