La vida en la Tierra depende de estrategias demográficas, económicas y medioambientales adecuadas
Guerras por el dominio de territorios o riquezas naturales, fenómenos meteorológicos intensos que destruyen regiones, cultivos, construcciones y ponen en riesgo la vida, explotación desmedida de los recursos. Hambre, malnutrición, enfermedades prevenibles y pobreza contra el consumismo y derroche acentuado; extremos que genera el desarrollo desigual.
Así, bajo esas condiciones subsiste el mundo hoy, problemáticas que en la actualidad afectan a la población de todas las latitudes geográficas.
Si a mediados del siglo XVIII, poblaban la Tierra unos 800 millones de personas, prácticamente 250 años después superamos los ocho mil millones y se espera que para 2050 aumente la cifra al menos en dos mil millones más.
Una amenazante sobrepoblación para habitar el mismo espacio físico y servirse de los recursos limitados y finitos que brinda la naturaleza.
Y es que los avances científicos, específicamente la invención de las vacunas y el descubrimiento de antibióticos, han provocado que a nivel mundial aumente el envejecimiento poblacional y descienda la tasa de mortalidad.
Ese mismo conocimiento tecnológico aplicado a la pesca, la ganadería y la agricultura, contribuyó a incrementar la producción de alimentos y a valerse de medios de conservación para disponer de víveres durante todas las épocas del año.
La industria también es un fuerte aliado de esa sobrepoblación por ofrecer mejores condiciones para la vida doméstica y laboral para las personas. Sin embargo, ese contexto intensifica la explotación de recursos a un ritmo más rápido del que el planeta es capaz de generar.
Razones por las que la población mundial de este siglo XXI vive bajo las condiciones del cambio climático y sus efectos, las enfermedades que desembocan en pandemias como la COVID-19, las migraciones forzadas y los conflictos armados.
El impacto de la urbanización, la contaminación, pérdida de la biodiversidad y colapso de los ecosistemas, las nuevas tecnologías, son todas condiciones que exigen patrones de consumo y producción sostenibles.
Es que la vida en la Tierra, y particularmente la población humana que en ella se aloja, dependen de estrategias demográficas, económicas y medioambientales adecuadas. Es una máxima para no dejar a nadie atrás