Nadie de los presentes en el Palmar de Junco podía calcular que aquel 4 de mayo de 1974, verían una de las más grandes hazañas del béisbol cubano de todos los tiempos.
Nadie de los presentes en el Palmar de Junco podía calcular que aquel 4 de mayo de 1974, verían una de las más grandes hazañas del béisbol cubano de todos los tiempos.