15 de septiembre de 2024

Radio 26 – Matanzas, Cuba

Emisora provincial de Matanzas, Cuba, La Radio de tu Corazón

Que la tecnología no destruya la humanidad

Albert Einstein dedicó la última década de su vida a alertar sobre los peligros de las armas nucleares y a llamar a los países para que resolvieran sus conflictos pacíficamente.

El dedicar el 29 de agosto a la lucha contra los ensayos nucleares, permite establecer una relación directa con las palabras del físico alemán Albert Einsten, «No sé como será la tercera guerra mundial, solo sé que la cuarta será con piedras y lanzas», por toda la estela de destrucción humana y medioambiental que ha generado ese proceso iniciado en 1945.

Y es que el pacifista, en 1905, había dado a conocer lo que hoy es considerada una de las fórmulas más famosas de la historia: E=mc². Con ella Einstein explicó que una pequeña cantidad de masa equivale a inmensas cantidades de energía.

De ahí que solo unos cuantos kilotonios de Uranio y Plutonio (sustancias radioactivas) utilizados en las bombas atómicas fueran suficientes para crear una explosión con una energía equivalente a más de 15 mil toneladas de TNT en el caso de Hiroshima, y de 21 mil en Nagasaki.

Y aunque no tuvo participación directa en la creación de esas bombas dejadas caer en esas ciudades japonesas los días 6 y 9 de agosto, el físico fue señalado públicamente como uno de los responsables. Tanto así que en julio de 1946 la revista estadounidense TIMES mostró en la portada una ilustración con la imagen de Einstein al lado de un hongo nuclear y la fórmula de la equivalencia entre masa y energía.

Pero lejos de ser «el padre de la bomba», como se le llamó porque fue su ecuación la base teórica para construirla, su interés científico era bien diferente. Razón por la que redactó y envió una carta al presidente Franklin D. Roosevelt en 1939, seis años antes de los bombardeos nucleares a Japón, para advertirle sobre los avances de la Alemania hitleriana en el desarrollo bombas extremadamente potentes y los efectos que genera ese armamento.“No vi otra salida, aunque siempre fui un pacifista convencido”, escribió Einstein.

Contraria a la intención de Einstein, se abrió la caja de Pandora que impulsó la participación del gobierno estadounidense en la investigación nuclear hasta la creación del Proyecto Manhattan, que dio lugar a ensayos nucleares y la fabricación de las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki que dejaron más de 200 mil muertes, además de los lesionados y las enfermedades atribuídas al envenenamiento por radiación.

Con esas experiencias Albert Einstein dedicó la última década de su vida a alertar sobre los peligros de las armas nucleares y a llamar a los países para que resolvieran sus conflictos pacíficamente.

El Premio Nobel de Física no solo destacó por su genialidad, sino también por su actitud pacifista, antiracista, por las críticas al militarismo y sobre todo por convocar a utilizar la tecnología en favor de la humanidad.

«Se ha vuelto terriblemente obvio que nuestra tecnología ha superado nuestra humanidad». A. Einstein.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *