En el marco de la XIII Jornada Internacional de Teatro Callejero, Capote, el performance de Yadrián Rizo, emergió como una denuncia silenciosa contra la violencia y la discriminación que persisten en las relaciones humanas.
La obra, con una puesta en escena sobria y cargada de simbolismo, aborda las heridas invisibles que dejan los prejuicios relacionados con la vida amorosa y la sexualidad.

El capote, elemento central del espectáculo, se convierte en un símbolo dual: protección y opresión, refugio y carga. A través de movimientos pausados y una interacción precisa con el espacio, Rizo construye un relato visual que confronta al espectador con las realidades de quienes enfrentan rechazo y violencia por ser quienes son o amar como aman. La inmovilidad del artista, lejos de ser pasiva es un acto de resistencia que invita a reflexionar sobre las estructuras sociales que perpetúan el dolor.

En cada gesto, Capote desafía al público a mirar más allá de lo evidente, a reconocer las historias que se esconden tras el silencio y la quietud. La obra no busca respuestas fáciles ni soluciones inmediatas; su fuerza radica en la capacidad de incomodar, de abrir un espacio para el diálogo y la introspección.

Con este performance, Yadrián Rizo reafirma el poder del arte como herramienta de transformación social, recordándonos que, incluso en la inmovilidad, hay un grito que exige justicia y empatía.
Capote es, en esencia, un llamado a la humanidad para enfrentar sus propios prejuicios y construir un mundo donde el amor y la diversidad sean celebrados, no castigados.