Macho, varón, masculino… (+infografía)
«Soy un hombre y por eso no tengo permitido llorar. No significa que no lo haga, me escondo, lo reprimo, jamás permitiría que alguien me viera así. Estoy muy viejo para que mi novia se lo ande contando a sus amiguitas o mis socios me digan que estoy demasiado flojo.
«Ahora me dedico a la carpintería. He sido albañil y mecánico. ¿Quién me viera trabajando de dependiente o de secretario? Esos trabajos están reservados para las jovencitas. Yo, hago lo que me toca sin quejarme mucho. Lleno el refrigerador, mantengo la casa y hasta le pago las uñas y el pelo a mi «jevita».
«En la cocina, solo me entiendo con los huevos. Mi mujer dice que soy un inútil, pero deberían ver su cara de confusión cuando me alcanza la llave inglesa. Nadie sabe si hubiese tenido madera de chef famoso, pero mi madre se encargó de enseñarme que la cocina era de mujeres, que mejor fuera con papá a chapear el patio.
«Soy macho, te arreglo las ventanas, las tuberías, la lavadora. Te cambio los bombillos y le atravieso un clavo a la escoba para que no se zafe. Soy el «buey que hala la carreta», la «mano dura» que regaña a los niños y a veces les da un pescozón a tiempo. El que carga lo pesado, el que se levanta con un bate por la madrugada a defender la casa si siente algún ruido.
«El que defiende a sus amigos en medio de una bronca o el que inicia una si el honor de su mujer se ve puesto en duda.
«Soy lo que tengo que ser, lo que me dijeron que tenía que ser. Tampoco me lo cuestiono mucho: nunca me han sobrado las opciones.»
- Infografía de Alejandro López Quintero
