La primera Serie Nacional de Béisbol después del triunfo de la Revolución, comenzó el 14 de enero de 1962 en el estadio del Cerro de La Habana, hace 62 años.
Francisco Pancho Soriano Bermúdez
El Palmar de Junco ha sido una instalación querida y defendida por los matanceros de diferentes generaciones. Por lo que ha significado en la formación de nuestra identidad nacional fue declarada como la primera instalación deportiva cubana Monumento Nacional, en 1991.
El 17 de diciembre de 1995 el matancero Alberto Díaz López entró en la historia de nuestro béisbol nacional al igualar la marca de cuatro jonrones en un juego.
Los ocho éxitos consecutivos del equipo de Matanzas hasta este jueves en la Segunda Liga Élite del Béisbol Cubano, está distante de los resultados conseguidos por conjuntos de igual nombre en anteriores campeonatos cubanos.
El próximo año, tendría un gran valor histórico para el evento, ya que se cumplirá el centenario del debut de Leonel Smith como nadador en una competencia oficial de nuestro país. De ser así, constituiría un gran reconocimiento a esta emblemática figura del deporte cubano.
En los primeros minutos de conversación con Orlando Díaz Fernández, en su vivienda del poblado cardenense de Guásimas, pude comprobar su pasión por el béisbol.
Con 34 años de edad, a Rubi le quedan algunas temporadas para demostrar su calidad con el uniforme matancero. Bienvenido a la casa de los Cocodrilos.
El equipo de Matanzas estará de nuevo en otra etapa de play offs de
los campeonatos cubanos de béisbol, al ubicarse en la sexta posición de la fase regular, de la Sexagésimo segunda Serie Nacional.
Jonder Martínez Martínez (Mariel 22 de junio de 1978) está a punto de jubilarse del béisbol activo luego de 26 años de entrega a los equipos Habana, Artemisa, Villa Clara y Matanzas en nuestros campeonatos nacionales
El matancero Tomás Soto Fernández, fundador de nuestras Series Nacionales de Béisbol con el equipo Occidentales en 1962, falleció este miércoles 14 de junio, a los 83 años de edad, al no poder
reponerse de un derrame cerebral que lo afectó hace unos días.
Para los que no lo conocieron, Lázaro era lo que llaman en estos días “jugador de cinco herramientas”.
Nadie de los presentes en el Palmar de Junco podía calcular que aquel 4 de mayo de 1974, verían una de las más grandes hazañas del béisbol cubano de todos los tiempos.