El Potrero o Resiliencia

A pesar de los persistentes apagones que han afectado la zona, los organizadores han encontrado formas alternativas de materializar el encuentro fotográfico, demostrando que la creatividad se impone, incluso frente a adversidades tecnológicas.
Es en este contexto innovador que nace El Potrero, un nuevo proyecto trimestral de FotoCanímar, concebido como puente entre las ediciones del Festival y el Coloquio Internacional de Fotografía de Matanzas. El objetivo es seguir legitimando y promoviendo el arte de la imagen, tanto en formatos presenciales como virtuales, al tiempo que se protege el patrimonio visual matancero y se fomenta el desarrollo de trabajos críticos en fotografía.
El proyecto, que promete dinamizar el ámbito cultural de la ciudad, apuesta por acercar la fotografía a todos los públicos. Además de la exposición de una muestra de libros, la inauguración incluyó una exhibición que premia a los ganadores del concurso FotoCanímar online 2024: Karla González, Mabel Valdés, Leidy Castellanos, Ana Ruiz, Néster Nuñez y Diego Blanchet. Estas obras resaltan la creatividad y el arte visual que dialoga con las realidades y tradiciones de Matanzas, invitando al público a explorar nuevas perspectivas y narrativas.
La jornada también contó con la intervención de invitados especiales, quienes ofrecieron sus experiencias personales y profesionales en el mundo de la imagen. El diseñador gráfico Dyan Barcelo abrió el ciclo recordando con pasión su rol en la creación de la imagen inaugural del Festival Matancero de Fotografía, destacando la importancia de una identidad visual sólida para el legado cultural de la ciudad.
Continuando con la programación del evento, el periodista Humberto Fuentes evocó las memorias de Lorca en Matanzas, brindando una interpretación única del vínculo entre historia y arte. Por su parte, el fotógrafo matancero Néster Nuñez cerró la jornada presentando su documental Kako tiratiros, el cual impulsó un enriquecedor debate sobre la ética en la representación fotográfica y la necesidad de dar visibilidad a historias sociales olvidadas, cimentando así el papel de la fotografía como medio de transformación cultural.