Un concilio de aguas para celebrar a poetas pintores en Matanzas (+ fotos)
Rolando Estévez fue el primero en conjugar en Matanzas la visualidad de la poesía con la poesía de la visualidad. Ahora los creadores matanceros retomaron la iniciativa en un Salón en el que intervienen escritores que pintan, en algunos casos pudiera decirse, pintores que escriben.
El espacio Concilio de las aguas, proyecto mensual liderado por el poeta, promotor y editor Alfredo Zaldívar, clausuró este martes Ellos vuelven a estar, la muestra expositiva que se inauguró el 14 de junio último durante el Festival Internacional de Poesía de Matanzas Puentes Poéticos.
Entre versos de los poetas-pintores reunidos en la exposición, adornados con las voces de Maylan Álvarez, Daniel Cruz Bermúdez, Náthaly Hernández Chávez y el propio Zaldívar, a los que se sumaron cuerpos poéticos que llevan la firma de José Germán, Raisa Olivera, Pablo G. Lleonart, Mae Roque, Hugo Hodelín Santana y Cecilia Soto, las interpretaciones de Olga Margarita Muñoz acompañada a la guitarra por Mario Guerrero guiaron el itinerario en el interior de la galería Esquerré, de la ciudad de Matanzas.
Allí se exponen obras pictóricas, dibujos y cerámica de 15 creadores de varias generaciones y estilos, entre los que se encuentran Nancy Morejón, Héctor Raúl Rivero, Johan Enrique Trujillo, Juana Borrero, Pedro de Oraá, Digdora Alonso, Sigfredo Ariel, Yampier Báez, Damarys Calderón, Zaida del Río, Luis Manuel Pérez Boitel y el propio Estévez.
El recorrido poético sirvió también para reconocer y agradecer la labor de la curadora Yamila Gordillo y Marisley Junco, presidenta del Consejo provincial de las Artes Visuales en Matanzas, durante el montaje e inauguración de la exposición.
Concilio de las aguas es un proyecto plural e inclusivo que, a modo de performance, nació hace dos años de la mano de los poetas matanceros para llegar con el lenguaje universal de la música y la poesía viva tanto a plazas públicas, instituciones del centro histórico, como a lugares apartados, en un intento por llevar la belleza del arte a todos los sitios y personas.
El espíritu que lo alimenta asemeja a aquel que, hacia el siglo XII, llevaba a los juglares del medioevo a compartir su poesía por todas las geografías. Concilio de las aguas ha llegado, entre otros, a sitios como los portales del teatro Sauto y la Oficina del Conservador, las escuelas del centro histórico, el Parque de la Rueda Dentada, el hospital provincial Faustino Pérez, el Museo Farmacéutico y el hogar para ancianos de la calle Río.
