“Solo necesitamos uno de 75”

COLÓN.- Esa fue la afirmación del especialista de Grupos Electrógenos cuando desde horas tempranas en la sede del gobierno en este municipio muchas fueron las ideas para lograr el abasto de agua a la población. Finalmente concretaron la posibilidad de un grupo con similares características, que se encontraba en Banagüises. Una parte estaba vencida.

Para conocer las condiciones técnicas y las fuerzas y medios a emplear fue necesario visitar el lugar donde se encontraba el Grupo. Algunos de los allí presentes susurraron que era imposible de mover por el alto nivel de complejidad que requería sin que se dañara, pero la mayoría afirmamos que si se podía, que solo hacía falta que prevaleciera la fuerza de voluntad y trabajar en equipo.

Fue un poco más de las 9:00 de la noche cuando después de muchos riesgos se logró sacar del área con la ayuda de los vecinos de la comunidad y cinco personas, entre ellas una mujer, que teníamos la misión del traslado y montaje. La tarea estaba a un 50 por ciento.

Aún sin saber de las familias que dejamos desde temprano cuando salimos de casa, con las cuales no habíamos podido establecer comunicación por la falta de señal telefónica o porque a algunos se nos agotó la carga en el celular, pues teníamos que alumbrarnos en medio de la oscuridad de la noche, mojados por la lluvia y no poco agotados, los rostros dibujaron una sonrisa de consuelo cuando finalmente se logró montar en el camión. Ahora nos tocaba su traslado.

A unos 40 km de velocidad durante 14 kilómetros, bajo un lluvia pertinaz logramos llegar a nuestro destino, el pozo Gilberto Espiñeira #1.
En ese momento eran casi las 10:00 de la noche, cuando una vez situado e instalado se decidió accionar para el arranque, el cual no fue satisfactorio, pues el combustible dentro del depósito del motor se contaminó con agua.

Teníamos que seguir esperando, pero el camino estaba casi logrado y no era ese el momento para decir mañana y pusimos manos a la obra. Nuestro especialista, con la ayuda de choferes y los que nos acompañaban, desmontaron todo un sistema de filtros, tubería, drenajes, cambiaron el combustible, limpiaron y finalmente arrancó y generó.

Muchos fueron los protagonistas de esta tarea, desde las autoridades del Gobierno, trabajadores de Acueducto, choferes, el CGRRD de Colón, vecinos de la comunidad… No mencionaré nombres porque lo importante es que cuando se trabaja en equipo se mueven montañas.

Hoy el pozo Espiñeira #1 tiene garantía de energía y sus más de seis mil habitantes tendrán garantizado el servicio de agua.
Gracias a todos.