Diecisiete bandas musicales estarán presentes en el festival, nueve de ellas extranjeras, de México, Canadá y Francia, quienes participarán de forma voluntaria.
Cultura
El 21 de junio de 1962 nació el Guiñol matancero, una agrupación rica por su historia, admirada por su acercamiento a lo más intrínseco de la identidad cubana, reverenciada por su excelencia artística dentro del teatro de títeres en el país y formada actualmente por un equipo joven de actores dirigidos por el Artista Emérito y Premio Nacional de Teatro René Fernández Santana.
Y a Manuel no tenía por qué sorprenderlo el reconocimiento, pero ni la recurrente presencia de sus caricaturas en medios nacionales, ni su fama como pintor y ceramista excelente, nada ha sido más fuerte que la naturaleza campechana y humilde del guajiro del Valle de Guamacaro.
El sabio cubano Fernando Ortiz lo catalogó como la personalidad más culminante de la pedagogía colonial después de José de la Luz y Caballero.
Con motivo del aniversario 65 de la fundación de Prensa Latina, diversos estudiosos betancourenses sostuvieron un ameno encuentro acerca del notorio quehacer periodístico del suplemento ORBE.
La primera Bienal Internacional del Humor Político, que actualmente transcurre en La Habana, entregó este martes el Premio de Honor al reconocido artista matancero Manuel Hernández.
Protagonizada por los aclamados payasos Virlo, Virilo y Tareko, la obra es una celebración de la alegría y la creatividad que caracteriza al arte circense.
Durante el mes de noviembre próximo tendrá lugar la primera edición de FOTOCANÍMAR, Festival y Coloquio Internacional de Fotografía-Matanzas 2024.
La poesía enriquece el espíritu y ayuda a comprender la belleza y los escollos que enfrentan los seres humanos. No es casual que haya sobrevivido cientos de años como género literario atado a las emociones.
En Matanzas se seguirá defendiendo la vitalidad de una milenaria e imperecedera manera de comunicarse a la que los poetas reconocen como un estilo de vida: la poesía.
CÁRDENAS.- Este 14 de junio será recordado en la historia de esta ciudad, pues fue presentado en el emblemático hotel La Dominica, el volumen uno de los Cuadernos Guillenianos.
Cada niño o adulto que haya leído Platero y yo se ha construido su propia imagen de ese maravilloso burrito, que continúa trotando al lado de muchos cuando el asunto es invocar la ternura.