Hermanados por la Historia
Este 25 de mayo celebramos el Día Mundial de África, no solo como homenaje al histórico encuentro que hace 60 años sostuvieron 32 líderes africanos en la ciudad de Addis Abeba para conformar la otrora Organización de la Unidad Africana, hoy Unión Africana, sino también para ponderar los aciertos del continente y potenciar el diálogo y la reflexión respecto a los retos y desafíos que el futuro le depara.
Precisamente la Unión Africana, promoviendo la convivencia pacífica y respetuosa, la integración territorial, la salvaguarda de la soberanía y la unidad y solidaridad entre los estados africanos, deviene trinchera para combatir los vestigios de la colonización y el apartheid, así como el racismo, la pobreza extrema, enfermedades, desertificación, sequía, bajos niveles de esperanza de vida, incremento de víctimas ante conflictos armados regionales, entre otros flagelos que, pese a los notables avances socioeconómicos, aún laceran la región.
Y así como el mundo ha sido influenciado por muchos de sus más identitarios ademanes, la historia nos hermanó a africanos y cubanos y, la mayor de las Antillas resultó heredera de una ingente vorágine de costumbres, tradiciones, filosofías de vida, influencias religiosas, culinarias, musicales y danzarias, así como una vigorosa euforia por la libertad y el internacionalismo que nos convirtió en incansables defensores de nuestras independencias.
Es esta entonces una jornada para ensalzar los lazos entre África y nuestra Isla caribeña, evocar la influencia, relevancia e idiosincrasia de nuestras culturas y, principalmente, reivindicar la alianza, solidaridad y desarrollo socioeconómico de nuestros pueblos, abrazando nuestros orígenes, loando a nuestros más allegados ancestros y sintiendo la enérgica vibra libertaria de sus corazones fluir entre nuestras venas.
