El nombre de Taymí Martínez Naranjo quizás no sea tan conocido por las personas fuera de Matanzas. Tal vez, el seudónimo de Tay Tay —el que usa en su cuenta en Facebook— sea recordado por los usuarios de esta red social cuando se enfrentó a los que demeritaban el trabajo del Hospital Universitario Clínico Quirúrgico Comandante Faustino Pérez cuando ocurrió el incendio en la base de supertanqueros.
En la vieja cesta de mimbre está escrita una historia. Solamente los dedos de Veva, largos y expresivos, saben leer los recuerdos ocultos entre el tejido de fibras vegetales. Si la toca un extraño, la canasta, que trenzó algún anónimo artesano de África, guarda silencio. Al roce de las manos de su dueña responde abriéndose como un libro, cobra vida a la manera de un instrumento musical hecho siglos atrás para acompañar canciones al borde del desierto
La Atenas de Cuba puede presumir, además de belleza arquitectónica y riqueza cultural, el ser la cuna del considerado padre de la parasitología médica nacional cuyo trascendental periplo lo hizo acreedor del reconocimiento internacional y la inmortalidad histórica.
