“Ahora mismo, mientras ustedes leen estas líneas, un niño, decenas, centenares de niños con sus madres, reposan masacrados bajo los escombros. Cuando terminen de leer, los muertos serán más”, expresó en un mensaje en redes sociales.
“En nuestra Patria, esas bombas silenciosas llamadas bloqueo, lastiman y matan, sí, ¡matan a la familia cubana! Desearnos felicidades, como si no pasara nada, es, cuando menos un pecado de omisión e indiferencia”, subrayó el profesor residente en Seattle.
“Pero la grandeza humana, lo que nos hace seres racionales, es el amor y el altruismo que habita en algún lugar de nuestros corazones. Lo que nos hace hijos e hijas de Dios, es la fe y la esperanza de que mañana va a ser mejor. Con esa fe y esa esperanza de que un mundo más humano es posible, les deseo felicidad. Esa es la condición que pongo”, acotó.
Les deseo felicidad si esa dicha de ustedes va acompañada de un renovado compromiso para seguir luchando, levantando la voz, poniendo un granito de arena por la familia cubana, agregó.
“Les deseo felicidad, si esa felicidad implica luchar por los demás, como si los demás fueran nuestra propia familia, porque, al final, ¡los demás son nuestra familia! Les deseo felicidad si las bendiciones que desean ustedes para vosotros, las desean también para el prójimo. Porque lo que pedimos para otros, nos será dado”, escribió en su página de Facebook.
Les deseo y les auguro felicidad, porque no hay mal que dure por siempre ni injusticia que sea eterna. Porque si la felicidad consiste en dar y servir y luchar por los que sufren, y si ustedes sirven y dan, entonces los tiempos que vienen, serán, ¡tienen que ser mejores! Esa felicidad la pronostico y la deseo, añadió.
“¡Para los niños y para los ancianos! ¡Para todo el pueblo cubano! ¡Para los que sufren y esperan! ¡Felicidades! ¡Abajo el bloqueo! ¡Puentes de amor!”, concluyó.