A 64 años del gesto altruista de los maestros voluntarios
Hoy 3 de mayo se cumplen 64 años de la llegada a la Sierra Maestra de aquel primer contingente de valerosos adolescentes al que el líder histórico de la Revolución Cubana convocó para prepararse como maestros y así llevar la enseñanza a los lugares más recónditos del país. En su memorable llamado Fidel solicitó mil jóvenes y se le presentaron cuatro mil en un gesto altruista ante la demanda de la patria.
Para 1960 se apreciaba que a pesar de los empeños y la Reforma Integral de la Enseñanza llevada a cabo por la naciente Revolución no se cubrían todas las necesidades y sobre todo en los parajes más intrincados de la Isla era esencial erradicar el analfabetismo y llevar a las aulas a miles de niños entre 6 y 14 años que nunca habían asistido a una escuela.
Fue entusiasta y masiva la respuesta de aquellas muchachas y muchachos de pueblos y ciudades que sin temer a la dureza de la vida rural dieron el paso al frente y en apenas unos meses se formaron como Maestros Voluntarios en campamentos habilitados en las montañas. A esa legión de noveles educadores también se incorporaron los cientos de recién graduados y estudiantes del último año de las Escuelas Normales que culminaron el curso en la propia Sierra Maestra.
Habían transcurrido apenas seis meses de la partida del primer grupo y el país contaba con dos mil 500 nuevos docentes preparados y dispuestos a enseñar en los campos y lugares remotos de Cuba.
Hoy, cuando muchos de ellos peinan canas y otros no están físicamente, se les reconoce cómo lograron superar los obstáculos y cumplir con la misión encomendada, de enseñar a leer y escribir a los campesinos y sus familias.
Resulta aleccionador para los tiempos actuales recordar esta epopeya, que antecedió la histórica Campaña Nacional de Alfabetización y fue la base de la Revolución Educacional que décadas más tarde se forjaría.
El nivel de escolaridad que hoy exhibe Cuba y sus logros en la ciencia y en la vida cultural son resultados innegables de aquellos tiempos fundadores.
Los retos de hoy van en busca de una educación de mayor calidad, con maestros y profesores que sientan lo que hacen y trasmitan conocimientos desde el corazón, mejor preparados, como demandan los momentos actuales.
