En Cuba, esta jornada adquiere una especial significación, pues no son pocas las agresiones que, durante décadas, ha orquestado el gobierno de los Estados Unidos para socavar la construcción del proceso revolucionario antillano y que, entre sabotajes, atentados y robustas campañas mediáticas de desestabilización, han propiciado múltiples daños humanos y materiales a la Isla.
Desde el estallido del vapor francés «La Coubre», la invasión mercenaria a Playa Girón y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, hasta el Crimen de Barbados, los bombardeos a hoteles habaneros, la guerra biológica y la aprobación de las leyes «Torricelli» y «Helms-Burton», entre otros, la creciente estela de crímenes del vecino norteño no ha hecho más que intensificarse.
Resulta este, por ende, el marco propicio para efectuar eventos culturales, charlas educativas, seminarios, conferencias y demás iniciativas que, además de abordar la incidencia de estos deshonrosos acontecimientos en la nación o fuera de ella, promuevan la paz y la cooperación internacional como las más eficaces trincheras de la humanidad para bregar contra este perjuicio.
