Una cultura emancipadora ante los embates de la mediocridad

Las ideas aparecieron similares a la hondura del río San Juan, ante un balance de lo hecho en un año complejo en el andar de artistas y escritores junto al pueblo, con el máximo premio de “contribuir a que la cultura matancera continúe viva y emancipadora ante los embates de una mediocridad que trata de borrar nuestras esencias.”

Tal como expresaran la Maestra Liliam Padrón y el Premio Nacional de Teatro, Rubén Darío Salazar, en el balance anual de la Dirección de Cultura, escenificado en la sala de conciertos José White.

Hay que actuar con el poder de quien enarbola la defensa de la Patria y acabar de “destronar lo que conspira contra la estética, la educación y la decencia.”

Matanzas posee la fortaleza de su tradición, pasada y presente, y no hay quien pueda impedir que el movimiento artístico y literario se expanda hacia cada rincón de la provincia, aunque este sea, ante limitaciones objetivas, el principal reto de estos tiempos.

Esa motivación fue la que se leyó en líneas y entrelíneas, porque muchos son los empeños que, en algunos casos, responden a la capacidad de los decisores municipales para zanjar los escollos que obstaculizan la labor de los profesionales, de los instructores de arte y aficionados, de las figuras consagradas que tanto abundan en esta tierra.

Hubo en el balance provincial muchos reconocimientos, pues los resultados son ostensibles, como también se expusieron preocupaciones.

Estas versaron sobre el futuro de las editoriales, la falta de atención al fomento y graduación de instructores de arte; el estado de algunos lugares patrimoniales; la puesta en marcha de nuevas estructuras administrativas; la aplicación de las investigaciones científicas y la poca incursión de turistas en eventos culturales, además de la pobre presencia de profesionales del sector en hoteles del balneario para ofrecer una adecuada imagen de Cuba.

Lo destacable fue que en la balanza primaron las proyecciones de trabajo de las instituciones y personalidades para la actual temporada, que trae importantes acontecimientos en todas las manifestaciones artísticas y literarias.

Se reflexionó de forma profunda y se informaron novedades o estancamientos que ocurren en el territorio con la vista hacia el futuro inmediato. Intervinieron entre otros, el dramaturgo Ulises Rodríguez Febles; el director de Cultura en Colón, Jesús Llanes; por Patrimonio, Bielka Cantillo junto a la directora del Museo Farmacéutico, Marcia Brito y del museo Castillo de San Severino, Isabel Hernández; así como también Odalys Molina y María Eugenia Romero.

Presidieron el balance autoridades del Partido y el Gobierno acompañando a Osbel Marrero, director provincial de Cultura y a la viceministra Lillitsy Hernández, quien puntualizó dificultades objetivas en la imprenta nacional que obliga a la digitalización; la carencia de equipamiento sofisticado para la proyección de películas de última generación y la búsqueda de un perfeccionamiento en la enseñanza artística, necesario para posteriores planes comunitarios.

Resaltó el ímpetu de la cultura en Matanzas, que sobresale en cada una de las manifestaciones con luces mayores en la literatura, la música y las artes escénicas, que pudieran catalogarla dentro de las ciudades creativas del mundo.

Asimismo, los dirigentes del Partido y el Gobierno declararon su satisfacción por el desarrollo de este sector en la provincia, recordando las palabras de Fidel y su énfasis desde el triunfo de la Revolución en el poderío que despertaba ese sentir espiritual y patriótico en los cubanos.