Antonio Guiteras: símbolo de heroicidad para Cuba
La juventud cubana ha de encontrar en Antonio Guiteras Holmes uno de sus más notables modelos a seguir por el papel crucial que desempeñó en la lucha por la independencia y la justicia social de la Isla durante la primera mitad del siglo XX y que desde sus tiempos estudiantiles impulsó.
Aunque nacido el 22 de noviembre de 1906 en la ciudad de Filadelfia, Estados Unidos, las provincias de Matanzas y Pinar del Río abrieron sus puertas al joven Guiteras, quien decidió ingresar además a la Universidad de La Habana para titularse en 1927 como Doctor en Farmacia con sobresalientes calificaciones.
Justamente desde esta institución educativa, cuna de la rebeldía juvenil de la nación, encabezó turbas insurreccionales contra el machadato junto a Julio Antonio Mella, se afilió al Directorio Estudiantil Universitario y, posteriormente, dirigió importantes acciones desde el Oriente del país con el objetivo de motivar a las masas para derrocar a la tiranía.
El ideario sociopolítico de Guiteras lo llevó a asumir la Secretaría de Gobernación, Guerra y Marina del país una vez socavada la dictadura machadista, impulsando durante el denominado Gobierno de los Cien Días novedosas medidas en beneficio de los trabajadores y estudiantes, y detractoras de la corrupción, la indisciplina y demás flagelos.
Septembrismo fue en aquellos momentos el manifiesto que publicó para condenar los factores que originaron el fracaso de aquel Gobierno provisional y donde exponía las directrices revolucionarias de su ideología, así como las presiones del entonces jefe del Ejército, Fulgencio Batista y el servilismo del mandato a los intereses norteamericanos.
Asimismo, ante el auge de Batista imperaron su pensamiento antiimperialista y visión revolucionaria al fundar La Joven Cuba, organización cuyo programa ponderaba la soberanía y justicia sobre la base de los postulados del socialismo.
Desafortunadamente, tras un intenso bregar por la independencia de la Isla, mientras preparaba un nuevo reinicio libertario, una cobarde delación motivó su asesinato el 8 de mayo de 1935 junto a su compañero Carlos Aponte Hernández, por fuerzas del Ejército en El Morrillo, Matanzas.
Apenas 28 años de vida tenía este prominente líder, cuya visión, valentía y dedicación a la causa revolucionaria inmortalizaron su impronta y lo convirtieron en símbolo de resistencia y heroicidad para las presentes y futuras generaciones.
