Apuntes para un análisis conflictual sociedad civil- familias en la transición cubana
Para el profesor cubano, doctor Carlos Delgado, entre las ideas básicas de la teoría del conflicto se encuentran la oposición a la idea funcionalista de que la sociedad está regida por el consenso social, al contrario, se afirma que en ella los grupos dominantes coaccionan y presionan al resto e imponen determinado orden, de modo que el mantenimiento del orden social es resultado de la amenaza, la fuerza y diversos modos de dominación de unos por otros.
Los que detentan el poder político y económico imponen el orden.
Puede argüirse, al abordar la conflictualidad en la sociedad civil-familias en la etapa transicional cubana al presente, que se corresponde con una tipología del conflicto social socioclasista y político, por la ilación entre Estado- sociedad civil-familias en Cuba.
Como las teorías del conflicto apuntan hacia el interior de las sociedades, el marco estructural que motiva el conflicto que se relaciona aquí comprende la siguiente estructura: actores, contexto, móviles y proceso de desarrollo.
En la Cuba real, la naturaleza «informal» de la llamada esfera privada, donde amigos y familiares interactúan, constituye una fuente de normas alternativas al Estado y sus instituciones. Estos grupos o clanes de «socios», amigos y familiares llevan a cabo transacciones en el mercado negro y facilitan toda clase de prácticas sociales resultando en el «sociolismo», no en el socialismo.
Estas redes forman la infraestructura de una especie de “política del afecto», que se desarrolla en torno a los contactos que se posea, qué personas se aprecie y se basa en personalismos, mejor entendido, en individualismos.
Otra causa de conflictividad que se advierte en la sociedad civil cubana es el beneficio, a veces oculto, otras veces sabido, muchas de las ocasiones comentados pero no puestos en conocimiento o no impulsados a que se conozcan por las máximas direcciones del Partido, el Estado y el Gobierno cubanos, son los beneficios indebidos que en oportunidades se autoproveen cuadros (dirigentes) locales y de nivel medio y burócratas empresariales-estatales, comprometidos unos con otros, también entre sí, lo que les permite formar alianzas con administradores económicos de distintos niveles y empresarios extranjeros, relaciones encaminadas a canalizar recursos y privilegios hacia ellos mismos, sus familias y fortalecer sus posiciones como entes individuales dentro de la sociedad cubana.
