13 de febrero de 2025

Radio 26 – Matanzas, Cuba

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Educación en tiempos de IA (+audio)

El presente Día Internacional de la Educación constituye un cimero recordatorio de la necesidad de trabajar juntos para construir un futuro donde la educación y la tecnología coexistan en equilibrio y se cultiven tanto las habilidades técnicas como las competencias emocionales y sociales.

Decía nuestro Apóstol que «la educación es como un árbol: se siembra una semilla y se abre en muchas ramas». Y es que el papel que desempeña este sector en la formación y desarrollo de sociedades más justas y equitativas es indiscutible.

Precisamente por ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas y la UNESCO designaron al 24 de enero como la jornada para conmemorar las virtudes de este sector frente a desafíos globales como los conflictos bélicos, las desigualdades socioeconómicas y el cambio climático.

La fecha, a su vez, destaca el rol de la educación en la erradicación de la pobreza, el crecimiento económico, la igualdad de género, la promoción de la paz y el respeto a los derechos humanos, al tiempo que ratifica su logro como uno de los más céleres objetivos de Desarrollo Sostenible y un derecho humano, bien público y responsabilidad colectiva al que todos merecemos tener acceso.

Este año, bajo el lema “IA y educación: preservar la autonomía en un mundo automatizado”, el festejo invita a una reflexión profunda sobre cómo la inteligencia artificial (IA) está transformando el panorama educativo y, al mismo tiempo, plantea desafíos cruciales para la autonomía humana.

Si bien la educación, más que la mera transmisión de conocimientos, es un proceso que fomenta el pensamiento crítico, la creatividad y la capacidad de cuestionar, en un mundo donde la IA avanza con notoria vertiginosidad, es vital que mantengamos estos principios como centros de nuestras prácticas educativas.

Desde métodos innovadores de enseñanza hasta sistemas personalizados de aprendizaje, la IA tiene el potencial de revolucionar cómo educamos y aprendemos. Sin embargo, esta revolución tecnológica también plantea interrogantes sobre cómo garantizar que la autonomía humana no se vea comprometida. A medida que las máquinas asumen tareas cada vez más complejas, resulta esencial que los educadores y estudiantes desarrollen una alfabetización más crítica en este ámbito, lo que implicará un uso más efectivo de estas herramientas y mayores posibilidades para su desarrollo y aplicación.

La educación debe ser un espacio donde se cultiven no solo habilidades técnicas, sino también valores humanos esenciales como la empatía y la inteligencia emocional. La IA no debe sustituir las relaciones personales que son intrínsecas al aprendizaje; más bien, debe complementar y enriquecer estas interacciones. Si bien las máquinas procesan datos y toman decisiones a gran velocidad, es nuestra responsabilidad como educadores y ciudadanos asegurar que las cualidades humanas sigan siendo el núcleo de nuestro sistema educativo.

El presente Día Internacional de la Educación constituye un cimero recordatorio de la necesidad de trabajar juntos para construir un futuro donde la educación y la tecnología coexistan en equilibrio y se cultiven tanto las habilidades técnicas como las competencias emocionales y sociales. Solo así podremos asegurar que la inteligencia artificial sea una herramienta al servicio de los seres humanos, y no al revés.

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