Julio Antonio Mella: La trascendencia de un líder
Desde su natalicio en La Habana un día como hoy pero del año 1903, aquel joven de visionarios ideales llamado Julio Antonio Mella McPartland devino motor impulsor del proceso libertario acaecido en la Isla en los albores del siglo XX y se convirtió en uno de los más insignes pensadores de la mayor de las Antillas.
Durante su juventud adoptó el marxismo-leninismo como derrotero ideológico y lo plasmó al crear notables organismos como la Federación Estudiantil Universitaria, la Universidad Popular «José Martí» y el primer Partido Comunista de Cuba.
Estas estructuras no solo dinamizaron la movilización de los sectores populares, sino que consolidaron una base antiimperialista y latinoamericanista, destinada a guiar los procesos revolucionarios posteriores.
La persecución política bajo el régimen de Gerardo Machado lo obligó a buscar refugio en México, donde su activismo se expandió de manera decisiva. Su integración al Partido Comunista mexicano y la fundación de la sección cubana de la Liga Antiimperialista de las Américas reafirmaron su perspectiva internacionalista y su férrea dedicación a la liberación de los pueblos oprimidos, las cuales manifestó al colaborar con distintos movimientos revolucionarios en Europa.
Su brutal asesinato, perpetrado el 10 de enero de 1929 en la nación azteca por agentes al servicio del régimen machadista, buscó silenciar su voz, pero fracasó en apagar su legado. Su memoria, hasta la fecha, es fuerza y guía, baluarte eterno de resistencia y manifiesta trinchera de dignidad, honor y excelencia.
