Las maneras de amar, sentir y vivir la poesía de Laura y Pablo (+ audio)
Dos generaciones, dos esencias poéticas, dos maneras de amar, sentir y vivir la poesía se complementaron este miércoles en la casa social de la UNEAC, en Matanzas. Fueron continuidad, extensión uno del otro, diálogo, árbol que brinda sombra y abrigo a otro árbol.
El día a día con sus múltiples complejidades y alegrías, el pretérito presente, el sueño de lo que está por ocurrir impregnaron de poesía, Verso a verso, un miércoles de rimas libres, seguramente más caluroso que aquellos que también llenaron de luz a la Matanzas de los años 80.
Echa raíz la palabra viva, la poesía anida allí donde se vuelve más que necesaria, imprescindible, ante el clamor del poeta. Bien conocen Laura y Pablo la sensación de constante búsqueda y encuentro, amor y dolor, compañía y soledad que sostiene cada construcción sintáctica, cada letra en un poema.
La alegría ante la posibilidad latente de ver nacer un nuevo hijo y el esmero al asumir la fecundación de otro se entremezclan. Así es que surgen nuevos libros, abonados con historias de padres e hijos, momentos felices y otros no tanto, interrogaciones y certezas, Patria e historia, en tierra fértil como pocas para la vocación poética.
Laura Ruiz Montes y Pablo G. Lleonart vivificaron encuentro entrañable en una tarde calurosa de miércoles, preñada de poesía bien plantada, vigorosa y robusta como las ramas que le dan cobijo a sus letras.
Compartieron versos, como jugosos frutos y semillas, esparciendo la promesa de futuros árboles y con ellos, inéditos sueños. Laura y Pablo cultivan nuevas esencias poéticas, cual hojas verdes y cosechan siempre nuevas maneras de amar, sentir y vivir la poesía.