Cumple 75 años el Cine-Teatro Cárdenas
Un escenario de hermosas coincidencias artísticas, el Cine Teatro Cárdenas, que vio bailar a Alicia Alonso, graduarse de bachiller a José Antonio Echeverría, cantar a Rita Montaner y Bola de Nieve y recibir el premio de los Juegos Florales a Carilda Oliver Labra, arriba a sus 75 años de existencia.
Fundado el 23 de diciembre de 1948, pertenecía al Circuito Teatral Cárdenas Company S.A., del cual Fernando Castro era propietario. Abrió sus puertas con la Banda Municipal de Conciertos y dos películas: La Rebelde y La danza inconclusa, pues siempre compartió su espacio entre los espectáculos y las proyecciones cinematográficas.
En su momento fue uno de los teatros más modernos de Cuba, tanto por su arquitectura y gran capacidad (actualmente tiene mil 276 lunetas, pero originalmente eran más de dos mil 500), como por su sistema de audio, muy avanzado para la época. Se cuenta que recibía los estrenos hollywoodenses a las pocas horas de estar en el país.
“En los 90, con la crisis del Período Especial, la edificación se deterioró y estuvo clausurada —cuenta Darián Pérez Castillo, su actual director-. Al calor de la Batalla de Ideas, el Comandante Fidel Castro visitó Cárdenas y pasó por la calle Velázquez, en el lateral del teatro. Le interesó saber qué era ese edificio tan grande y cuando le explicaron que estaba cerrado, exclamó: ‘Eso hay que abrirlo ya’. La gran reinauguración fue en 2005, con la gala del 45 aniversario de los CDR”.
En este nuevo período, el principal escenario cardenense ha acogido presentaciones del Ballet Nacional de Cuba, el Conjunto Folclórico Nacional, Lizt Alfonso Dance Cuba, Acosta Danza, entre otros. También fue sede, durante los años que estuvo cerrado el Teatro Sauto, de Circuba, el más importante evento de esa manifestación en nuestro país.
“En la actualidad tratamos de reinventarnos, de crear un centro polivalente, porque tenemos unos costos muy altos, de electricidad, de personal —argumenta el joven instructor de arte, máximo responsable de la institución— además, no tiene sentido permanecer cerrados, a la espera del fin de semana para presentar un espectáculo, porque las personas pierden la costumbre de acudir, máxime en esta época donde lo más demandado no es lo más auténtico de la cultura cubana.
“Hemos acondicionado espacios alternativos, como el patio, renombrado ahora Patio Cultural Aire Frío, en homenaje a Virgilio Piñera, donde se presenta la peña del trío de jazz Mestizaje y también otras agrupaciones y solistas. Se ha concebido como un proyecto de desarrollo local que incluye gastronomía. Este año nos concentramos en crear y fomentar su audiencia, para el que viene se nos ha asignado un presupuesto destinado a mejorar sus condiciones.
“En la parte de alante tenemos un mezzanine en el que se va a ubicar un café cantante, se llamará La Isla en Peso (también en recordatorio del más importante dramaturgo cardenense). Esto se complementa con el Archivo Biblioteca Virgilio Piñera, de la planta baja. Todo tributa a una misma programación, pero con actividades y horarios diferentes, de manera que se satisfagan los gustos más variados.
“Somos un colectivo muy joven, con mucho sentido de pertenencia. Intentamos adaptarnos a los tiempos presentes y volver a conquistar a ese público que se ha ido perdiendo entre la comodidad de la televisión y la rutina y el agobio del trabajo en el polo turístico de Varadero”.
