Camarera de Varadero regresa a su dueño 30 mil dólares

La camarera Yarima Merino no titubeó un solo momento. Lo que toca ahora mismo es seguir el protocolo, se dijo, y de inmediato llamó al jefe de seguridad para ponerlo al tanto del hallazgo de un pequeño neceser abandonado por algún cliente.
Sin tocar nada, esperé a su llegada, y fue entonces cuando procedimos a abrir esa bolsa, tenía mucho dinero. Acto seguido se comunicó con la persona, que, tras cumplir su estancia en Playa Caleta, Varadero, estaba a punto de marcharse del hotel sin imaginar lo que había extraviado.
Según Yarima, cuando el cliente, jefe de un proyecto en La Habana (no quiso revelar su identidad), regresó, anunció la cantidad de moneda. «Le insistimos contar billete por billete hasta comprobar que efectivamente ahí estaban los 30 mil dólares, 400 mil pesos cubanos, y un valioso reloj de pulsera».
Narró que mientras el cliente contaba su dinero y se convencía de que todo estaba bien, ella intercambiaba miradas de orgullo con María Isabel Carmenate, la secretaria del buró sindical, quien asistió al momento de la devolución de lo encontrado a su dueño.
Yarima sostiene que «no hay razón para apropiarse de lo ajeno. Ni siquiera ahora, en medio de una situación económica tan tensa. Nadie debiera quedarse con lo que no le pertenece”, considera. “Eso siempre se lo transmito a mi hijo, tiene 13 años».
Hace 17 años que trabaja en Playa Caleta, y se ufana de ser de un sector donde nos esmeramos por seguir haciendo el turismo necesitado por el país, sobre todo, ofreciendo seguridad a quienes nos visiten y la certeza de que haremos lo que esté a nuestro alcance para que tengan una buena estancia.
En esta misma instalación, hace poco otra camarera, Maddiolys Herreras Cárdenas, regresó a su dueño otra cartera con 140 mil pesos, gestos habituales en el turismo, recuerda María Isabel, autora de la iniciativa de donar propinas para los programas de la Salud Pública, extendido al país bajo el nombre Mi Aporte a la Vida.
Fotos: Cortesía de María Isabel Carmenate.