Quizás queden anécdotas sin contar de un deportista que no fue campeón olímpico, mundial, panamericano y centroamericano, pero sí llevó a Cuba a la conquista de estos títulos. Merece el término de Atleta Mayor, por esa pasión por la actividad del músculo.
Fidel Castro
Su vida y obra siguen siendo objeto de estudio y debate. Un testimonio del impacto que un solo individuo puede tener en la historia de una nación y del mundo.
En el parador fotográfico de la ciudad de Matanzas se realizó una gala artística cultural para celebrar el 98 aniversario del natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y como cierre del Día Internacional de la Juventud.
Ni los enemigos más acérrimos pueden ignorar su dimensión histórica y universal, su dedicación a asuntos cruciales para la supervivencia y desarrollo de la humanidad, como la inclusión social, la solidaridad entre los pueblos, el acceso a la educación, salud, práctica del deporte y la cultura, los efectos del cambio climático, un nuevo orden internacional, las luchas de los países subdesarrollados ante el neoliberalismo, entre otros.
Privilegiados los cubanos, por haber tenido a un Fidel que fue un líder en todas las dimensiones posibles, que nos habla desde la inmensidad de su legado, y que dejó abonado el suelo, para que otros líderes, también escriban su historia en esta tierra.
Desde temprano se hizo amigo de Cuba, de su líder Fidel Castro y los habitantes de la primera nación socialista de América. Ese credo ideológico estaba en conjunción con sus aspiraciones e ideales en pro de la edificación de una sociedad libre, genuinamente democrática, enaltecedora de los seres humanos.
Raúl mantuvo su disposición a combatir a la tiranía de Fulgencio Batista. El holguinero de 22 años debía tomar, como parte de un grupo de seis compañeros, el Palacio de Justicia, a un lado del cuartel Moncada.
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución cubana, y el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, presiden este viernes en Sancti Spíritus el acto central por el aniversario 71 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
El asalto al cuartel Moncada, el 26 de julio de 1953, independientemente de ser un fracaso militar, tuvo un impacto político e histórico determinante al mostrar a la insurrección armada como mejor camino para derrocar a la tiranía batistiana y barrer con aquel régimen de oprobio.
Dicen que aquella cena marcó un antes y un después para los cenagueros, que por ello se erigió un monumento: una biblioteca enclavada entre mangles e historias, como recordatorio del día en que alguien demostró que la Revolución ciertamente era de los humildes y para los humildes.
Con una peregrinación iniciada en las cercanías de la Escuela de Deportes de la urbe, marcharon jóvenes y combatientes, miembros de las filas de la UJC y del Partido hasta la céntrica Plaza de la Vigía
Y aunque la modestia te cegó ante la grandeza de tu figura, feneciste como hombre y renaciste como la más ilustre personalidad que ha parido Cuba, la deidad que ha demostrado que este país, por muy pequeño que sea, siempre encontrará la grandeza en su libertad.